lunes, 28 de junio de 2010

2004 Viena, Austria

16 de Mayo, Maratón de Viena (Austria) (5)

Esta es ya mi quinta maratón. En los entrenos, empiezo a sentir las sensaciones de lo que debe ser un maratoniano. El sacrificio, la disciplina y la constancia son ingredientes fundamentales a la hora de preparar esta prueba. Preparo con ilusión esta prueba pues, además del maratón, voy por primera vez con dos colegas domingueros que atesoran, entre los dos, más de 70 maratones y las ciudades de Viena y Budapest me atraen turísticamente.
La ciudad de Viena se nos presenta como una ciudad llena de preciosos edificios, limpias y amplias avenidas y calles que nos hacen recordar los más esplendorosos momentos vividos durante el imperio austrohúngaro y sus palacios y jardines a la Emperatriz Sissi.
Contrasta tanto esplendor con el carácter apático y hostil de sus habitantes. No pidas información en la calle a taxistas o empleados públicos, que te mirarán como "bicho raro".

Por lo que se refiere al maratón, este discurre por un recorrido bastante apacible. Ambiente regular, salvo en puntos concretos, y con unos 7.000 corredores entre maratonianos y los participantes, conjuntamente, en un maratón por relevos.
La salida es frente al edificio de la sede de las Naciones Unidas y, tras atravesar el Danubio, discurre por el centro de la ciudad, por el parque de el Prater, pasa por la residencia imperial de Schönbrunn y terminan en el Heldenplatz.

A mi personalmente, me gustó el recorrido y el ambiente. Por el Prater se hace un poco pesado, pero la cálida temperatura y el público ayudan.
Finalmente acabé con buenas sensaciones y 3hrs.28'. Mis compañeros de viaje, Alfonso Quijano y Xavi Valens, bajaron de las 3hrs., como de costumbre, en el caso de Alfonso, y por primera vez en el caso de Xavi.

Desde el punto de vista turístico, Viena es impresionante. Te puedes perder entre palacios, jardines, teatros y óperas. Schönbrunn refleja el esplendor que llegó a tener Viena en el siglo XIX. Hofburg el Palacio de Belvedere, el Palacio Imperial y, desde luego, no se puede abandonar Viena sin pasar por el Prater y subir a la Noria Gigante, construida en 1.896. (Yo subí !).

Tras unos días en Viena, partimos hacia Budapest donde acabamos de disfrutar de nuestra merecida semana de relax tras cumplir con nuestra misión

Recorrido Maratón: 7
Participantes: 4.500
Organización: 7
Público: 7
Ciudad: 9
Mi marca: 3hr.28'33"

domingo, 20 de junio de 2010

2005 Atenas, Grecia

6 Noviembre, Maratón de Atenas, Grecia (6)

No te puedes denominar maratoniano de verdad, si no has corrido en la cuna del maratón por eso, mi sexto maratón ha sido en Atenas.

El sábado por la tarde llegamos a la ciudad helénica y, tras dejar los bártulos en el hotel, salimos a dar una vuelta por la metrópolis griega y ver el maravilloso estadio ovalado de Panathinaiko, donde se celebraban los antiguos juegos Panatenaicos a.d.C, y donde tiene la llegada el maratón.

La mañana de domingo, sobre las 6,30 hrs. partimos en autocar hasta la ciudad de Maraton, donde, allá por el año 490 a.d.C, se libró la batalla entre atenienses y persas y tras la cual, el soldado Filípides, corrió hasta Atenas para anunciar la victoria de los primeros, estableciendo el nombre de tan mítica prueba.

Para seguir las costumbres de Román, nos fuimos al pueblo a tomar un café y, de paso, para matar el tiempo que nos sobraba. El café que nos dieron se podía cortar con un cuchillo, tales eran los posos que tenía.

El campeón olímpico del año anterior en Atenas Stefano Baldini, en el mismo recorrido que íbamos a afrontar, dio el pistoletazo de partida y allí, todo ilusionado, emprendí el camino hacia mi consagración como maratoniano.

Recorrido aburrido y difícil, hasta el Km. 30, con constantes toboganes y con poco ambiente de público. Llegado el Km.32 y, tras divisar la ciudad de Atenas, el recorrido se hace más benévolo con los sufridos corredores, y presenta una ligera bajada hasta llegar a la avenida de Vasileos Konstantinou, donde se encuentra el Estadio Panathinaiko y la meta.

Aquí, sí que el ambiente de público es impresionante, me encuentro muy bien y realizo los últimos dos kms. a 4'25". Llego al estadio y pasa por mi cabeza todo lo que he leído sobre la impresionante historia del estadio, los acontecimientos ahí celebrados y los personajes que han participado en eventos deportivos desde hace más de dos milenios.

En este maratón no he sufrido tanto como en los anteriores. Casi me da pena acabar, veo el óvalo, la larga recta y el impresionante mármol blando de la tribuna, la gente aplaude, los altavoces emiten música alternandose con los comentarios del speaker sobre los corredores que vamos llegando.
Cruzo la línea de meta, 3hr.29'11", miro el espectacular escenario y no puedo evitar, una vez más pero esta vez con más sentimiento, derramar alguna lágrima de emoción.
Ahora ya soy maratoniano !

La ciudad, evidentemente, merece una visita turística de, al menos, una semana. Por eso, nosotros, una vez más, pasamos una posterior semana de vacaciones repasando los monumentos y la historia de esta impresionante ciudad.

Muchos sitios para visitar. La Acrópolis, El Pireo (donde disfrutamos de una maravillosa comida a la orillita del mar), el Ágora, Teatro Dioniso, Monte Lykavittou, La Villa Olimpica, la zona antigua de Monastiraki y la Plaka. Y como no, hacer un recorrido en barco por algunas de sus preciosas y pintorescas islas como Hidra, Poros y Egina.

Recorrido Maratón: 6
Participantes: 2.800
Organización: 7
Público: 7
Ciudad: 9
Mi marca: 3hr.29'11"

viernes, 11 de junio de 2010

2006 Nueva York, USA

5 Noviembre, Maratón de Nueva York, USA (7)      

No son excusas, pero una operación de menisco, cuatro meses y medio antes de la carrera, tienen mucho que ver en el desarrollo de la misma. Ya tenía el dorsal, los billetes, el hotel y un montón de ilusiones, no iba a dejar de correr por un quítame de allí un menisquito. Lo cierto es que, con más ilusión que otra cosa partimos, mi compañero habitual de maratones y vacaciones Román y yo, camino de la gran manzana acompañados, como no, por nuestra respectivas.
Tras el largo viaje desde Mallorca y sin apenas dormir, aprovechamos la mañana del sábado para recorrer, en una excursión organizada, los principales puntos de Manhattan. Comida y visita a la feria del corredor para coger dorsales. Paseo nocturno por Times Square, que está a 2oo mts. de nuestro hotel y a dormir.
Por la mañana tenemos que coger un bus, a las 6,00 de la mañana, que nos lleva a la salida en Staten Island. La mañana es fría y buscamos cualquier rayo de sol que se deja ver entre las nubes, menos mal que no llueve. Tenemos que esperar mas de dos horas hasta que se da el pistoletazo de salida. Matamos el tiempo tomando te, comemos algo, escuchamos música......
Llega la hora de la verdad, las nueve de la mañana. La ilusión de correr en Nueva York se está cumpliendo.
Suenan unos estruendosos cañones que dan la salida al maratón. Aviones, de las fuerzas aéreas americanas, surcan el cielo dejando coloridos chorros de humo sobre nuestras cabezas. Al cruzar el Puente Verrazzano, mientras los barcos del cuerpo de bomberos de Nueva York tocan sus bocinas y sueltan al viento enormes chorros de agua, los americanos que corren cantan el himno nacional americano. Esto es realmente un espectáculo que pone los pelos de punta.
De Staten Island pasamos a Brooklin y después a Queens, aquí, al pasar la media maratón (1hr.47') mi neurona me dice que esta no será mi mejor maratón. Cruzamos hasta el Bronx y, sobre la milla 21, paso a Román que iba peor que yo (ya tenía que ir mal). Faltan 5 millas, unos ocho o nueve km. y no puedo con mi alma. Sufro como nunca, no tenía que haber salido tan rápido, no estoy preparado, me faltan km., tendré que pararme, soy un gilipollas sin cabeza, todos estos pensamientos afloran en mi mente. Por otro lado intento animarme. Vamos, esto es Nueva York, no he venido aquí para pararme por primera vez en una carrera....
Llegando a la quinta avenida en Manhattan, levanto la cabeza (con mucho esfuerzo) y veo delante de mi una enorme avenida llena de gente. Dios ! están todos delante de mi, debo de ser el último. Agacho la cabeza y sigo sufriendo. Donde coño está Central Park.... sufro, sufro... Por fin el puto parque, ahora busco el recodo ese que se ve en el plano del recorrido y que tras él ves la meta. Llega un recodo, pero no hay meta...... sigo sufriendo.... por fin el recodito y al final veo, tras un pequeño repecho que a mi me perece el Tourmalet, la meta. Entro exhausto, roto, con frío, tiemblo y tengo que caminar una eternidad para llegar hasta el coche que tiene mi ropa.
Realmente este ha sido, sin duda, el peor maratón de mi vida y seguro que, de no ser Nueva York, habría abandonado.


Recorrido del maratón: 7
Participantes: 38.000
Organización: 8
Público: 10
Ciudad: 9
Mi marca: 3hr.43'11"

martes, 8 de junio de 2010

2007 Berlín, Alemania

27 de Septiembre, Maratón de Berlín, Alemania (8)

Hace tiempo que no he preparado una maratón con la ilusión de hacer una marca digna, bajar de las 3hr.25'. No obstante, mi ilusión se truncó un mes antes al sufrir una inoportuna, como todas, lesión en el sóleo de la pierna izquierda.
Sin apenas entrenar el último mes y con pocas tiradas largas, me planto en la amplia avenida 16 de Junio, a espaldas de la Puerta de Brandeburgo, junto a otros 38.000 corredores, entre los que se encontraba Haeile Gebrselassie (batiendo el record del mundo 2hr.04'26"), y me dejo llevar por la multitud.
Salgo con la intención de correr a 5'15" para llegar sobre las 3hrs.40' pero, apenas un km. de recorrido, me encuentro con algunos de mis compañeros de viaje, Guillem y Xavi, y tengo la osadía de seguir con ellos, que venían marcando un ritmo ligeramente superior a los 5' km.
Grave error. Llegado el Km. 30 empiezo a sufrir y llegado el 35 se presenta un "señor con un mazo" y me martiriza hasta llegar a la, nunca tan ansiada, Puerta de Brandeburgo, donde se encuentra la meta.
Al final, tras el calvario padecido, gran satisfacción y amplia celebración, cerveza incluida, con los compañeros que hemos participado en este Maratón: Fernando Megías, Jesús Ramos, Juan M. Riera, Román Patricio, Guillermo Estarrellas, Xavi Roldós, Pepe Gómiz y un servidor.

Para variar, posterior semanita de vacaciones para descansar y relajarnos.

Maratón propicia para hacer marca. Amplias avenidas, mucho ambiente de público.

Turísticamente merece una visita. Ciudad renovada y con mucha historia, (triste historia contemporánea). Nuevos edificios, amplias calles, grandes parques y jardines, muchos museos y un gran abanico de ofertas culturales.

Recorrido del maratón: 9
Participantes: 38.000
Organización: 8
Público: 8
Ciudad: 7
Mi marca: 3hr.38'54"

domingo, 6 de junio de 2010

LA MENTE Y EL CORREDOR DE MARATÓN

Cada vez estoy mas convencido de la influencia que tiene la mente en el corredor de fondo y, sobre todo, en el corredor de maratones.

Es evidente que intervienen muchos factores a la hora de hacer un buen maratón. No cabe duda que una buena preparación física es fundamental, además, intervienen otras variables para completar una buena o nuestra maratón perfecta. El entrenamiento físico, la climatología, el descanso de la noche anterior, tener un buen día, el recorrido, el ambiente de público y la capacidad de sufrimiento (mentalización).

¿Pero en que porcentaje influye cada uno de estos parámetros para que completemos un maratón perfecto y que, pese al sufrimiento, consigamos el objetivo que tenemos en nuestra mente?.

Todas estas variables tienen una importancia considerable y se tienen que dar cada una de ellas en las mejores condiciones.

Nada podemos hacer sobre las variables exógenas, aquellas que no dependen de nosotros, y nos tienen que venir dadas. Pero las que nosotros podemos controlar, las que debemos dominar, no siempre le prestamos la atención que necesitan cada una de esas variables.

Todos nos preparamos físicamente, hacemos series, largas distancias, recibimos masajes, cuidamos el peso.....

Pero ¿ y la mente? ¿preparamos nuestra mente para afrontar los 42.195 mts?. Normalmente nadie se preocupa de ello.

El autoconvencimiento de que podemos hacer una marca determinada, tiene que venir por que los entrenamientos físicos nos van dando confianza. Así, las series o las tiradas largas nos van dando, sin pensar demasiado en ello, la capacidad mental suficiente de que podemos lograr nuestro objetivo.

Mi experiencia me lleva al convencimiento que la preparación de nuestra mente es fundamental para el éxito en el maratón.

Cuando corría mis primeras maratones, siempre decía que la distancia estaba muy bien puesta pues, hasta el km. 35 o 36 se llega con cierta dignidad y es, a partir de ahí, donde realmente empieza el maratón.

No obstante, cuanto más entreno, más me doy cuenta de que nuestra mente es la que nos domina en esos últimos kilómetros y es la que nos va puliendo poco a poco hasta el último metro, de tal manera que llegamos a meta y estamos convencidos de que no podríamos correr cien metros más. Pero ¿ y si el maratón fuesen 43 o 44 km?, seguro que seguiríamos y acabaríamos igual que en los 42.195 mts.

Preparando un maratón hicimos una serie de 10.000 mts., en pista, a un ritmo constante de 4'30" el km. Conforme nos acercábamos al final, más exhaustos estábamos y la últimas vueltas a la pista se hicieron interminables. Diez días después corrí una media maratón, es decir 21 km. a ese mismo ritmo y terminé con las mismas sensaciones de cansancio y, en el km. 10, no sentí ningún estado de agotamiento como 10 días antes.

Preparando el Maratón de Hamburgo, participé en la Media Maratón de Pollensa dos semanas antes. Mi tiempo 1hr.43'45". Acabé muerto, creía que no llegaba. Desde el Km. 16 empecé a sufrir más de lo que yo esperaba.

Dos semanas después corrí el Maratón de Hamburgo en 3hr.33'. La media la pasé en 1hr.44'20", es decir, apenas medio minuto más lento, y me quedaban todavía 21 km.

Más diré, un mes después de Hamburgo, y tras un par de semanas de descanso y suaves entrenos, corrí la Media Maratón de Manacor y, sufriendo de nuevo, la acabé en 1hr. 46', más lento que la media del maratón de Hamburgo.

En definitiva, estoy convencido que la psicología, la mentalización y el convencimiento de lo que se va a hacer, dan al corredor de maratón la suficiente capacidad de sufrimiento para cumplir el objetivo. En los últimos km. hay que saber aguantar los malos pensamientos que nos vienen a la mente, hay que luchar contra esos pensamientos, que a todos nos vienen y ahuyentar el cansancio y pensar siempre positivamente.

Yo, cuando llega el "tío del mazo" para estimularme, pienso que me quedan 30 minutos de sufrimiento y unas semanas de gloria, si consigo el objetivo. Si no, me quedarán 40 0 50 minutos de sufrimiento y un mal sabor de boca. Miro al resto de corredores que van como yo o peor, intento mantener el ritmo y voy adelantando a gente, los cuento, eso me anima.

Desde que empiezo el maratón me voy poniendo metas de tiempo, cada 5 km. después la media, después el km. 30. Cuando llego al km. 36, que es mi penúltima meta psicológica, mentalizo el entreno de los domingos y me veo en las tablas, en Can Pastilla. Ya sólo me queda regrasar, y mantengo mi mente haciendo un recorrido mental Can Pastilla - Portixol. Ya estoy en el Puro Beach, ya en Es Carnatge, ya llego a la pizería de Cala Gamba, luego el chiringuito de Ciudad Jardín y por fin veo la gaviota de el Molinar, así, sin apartar la mente de ese recorrido, casi no veo al público, sigo concentrado en mis pensamientos, sufriendo y por fin paso la línea de meta, roto, agotado, exhausto, contento, amocionado, y pensando, ya van ..... maratones, ahora descanso merecido, relax, vacaciones y ............ a pensar en el siguiente.